5 actividades para hacer en casa con bebés de 0 a 3 años

Los primeros años de los más pequeños siempre son los más mágicos ya que es cuando más cambian y evolucionan. ¿No te ha pasado nunca que llevas sin ver a un bebé dos semanas y cuando lo vuelves a ver está completamente cambiado? Esto se debe a que, gracias a la interacción con él mismo y su entorno, su desarrollo cognitivo está en constante evolución. De hecho, de los 0 a los 3 años los niños y niñas pasan por cuatro áreas principales de desarrollo diferentes que les ayudan a formarse como personas: el área cognitiva, el área del lenguaje, el área socio-emocional y, finalmente, el área del desarrollo motor.
- El área cognitiva va de los 0 a los 2 años y tiene que ver con la relación que surge entre el bebé y su entorno más inmediato. ¿Cómo se genera esta interacción? Pues a través de los sentidos y la relación que tiene con objetos de su entorno. Además, es muy importante tener en cuenta que durante esta etapa del crecimiento el bebé tiene un comportamiento muy egocéntrico entre él y su entorno. Para el bebé no hay nada más importante que él mismo y por eso cuando no se le hace caso o no tiene lo que él quiere a veces se enfada.
- En el área del lenguaje el bebé pasa del balbuceo del primer mes a producir sonidos a los 6 meses o ya a pronunciar sus primeras palabras a partir del año, aproximadamente. Sin duda es una de las fases más emocionantes.
- El área socio-emocional es la parte que menos desarrolla el bebé en los primeros meses de vida ya que al principio suele jugar a solas sin mucha interacción con otras personas. Ahora bien, poco a poco y a medida que va creciendo sí que empieza a socializar más y a querer interactuar con la gente de su entorno.
- Finalmente, en el área del desarrollo motor, progresivamente el bebé empieza a aprender a gatear, a agarrar cosas con las manos (especialmente haciendo pinza), a construir torres con objetos, a empujar y tirar cosas y hasta empieza a comer solo. En una etapa ya más avanzada, hacia los 3 años, el pequeño o pequeña empieza a pedalear, pintar y dibujar (básicamente a hacer garabatos, rayas e incluso círculos).
Teniendo en cuenta estos procesos evolutivos, es importante llevar a cabo actividades que ayuden a los pequeños a desarrollar y a trabajar aún mejor cada una de estas etapas. Es por eso que a continuación te proponemos cinco actividades para hacer en casa con los más pequeños entre 0 a 3 años:

1. Reconocer las partes del rostro
Con el fin de trabajar el conocimiento de uno mismo y empezar a tomar consciencia de su cuerpo una actividad muy chula es la de poner las partes del rostro a una cara vacía. ¿Dónde van los ojos? ¿Y la boca? En un papel puedes dibujar la silueta de una cara y con cartulinas de colores puedes hacer las cejas, ojos, nariz, boca y orejas. El pequeño o pequeña deberá poner cada uno de los órganos en la parte de la cara que toque, de esta manera no solamente aprenderá vocabulario nuevo sino que también empezará a conocer las principales partes que tiene su cuerpo.

2. Pintura de dedos casera
El dibujo es uno de los medios más claros de expresión y exploración que tienen los más pequeños. Con él no solamente mejoran su psicomotricidad sino que también nos transmiten una parte de sí mismos.
Lápices de colores, ceras, rotuladores… hay un montón de material para que tu peque pueda explorar su creatividad pero sin duda la mejor de las opciones es la pintura de dedos: es divertida y a la vez ayuda a los peques a interactuar con sus articulaciones. Además, ¿sabías que puedes hacer tu propia pintura de dedos y de forma 100% segura para los niños? Solo necesitas leche condensada, colorantes alimentarios y, si quieres darle un brillo extra, purpurina comestible.

3. Cesta sensorial
Una forma muy efectiva para que el pequeño o pequeña empiece a explorar diferentes formas y volúmenes es creando una cesta sensorial. ¿En qué consiste? Básicamente es una cesta o caja (puedes utilizar uno que tengas en casa) en la que colocamos varios elementos aptos y seguros para el bebé, con texturas, formas y colores diferentes. Una botella de plástico con arena dentro, una cinta, una pelota, unas maracas... este tipo de objetos ayudarán el bebé a desarrollar todavía más sus cinco sentidos ya que tienen formas, sonidos y texturas muy diferentes los unos de los otros.

4. ¡Pompas y más pompas!
Los bebés adoran las pompas: son brillantes, se mueven y desaparecen cuando las tocan, por lo que pasar una tarde con tu peque haciendo pompas puede ser un plan maravilloso, no solo porque os lo pasaréis en grande, sino porque además, ayuda a mejorar los reflejos.
En esta ocasión los materiales a utilizar son muy claros: agua, jabón y un utensilio para hacer la pompa en sí.

5. ¡Música al poder!
La música se introduce en edades muy tempranas. ¿Las principales razones? Ayuda a desarrollar más fácilmente el intelecto del bebé y sus capacidades auditivas, sensoriales, motrices y de habla, así que siempre que puedas, ¡disfruta de una sesión de música con tu peque! Seguro que os lo pasáis de maravilla.